Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha manifestado la belleza que le rodeaba y sus sentimientos por medio de la poesía. Existen registros prístinos que datan de muchísimos siglos antes de Cristo, en que los hombres ya expresaban en versos lo que deseaban legar a las generaciones venideras. Y así ha llegado hasta nosotros un increíble acervo que nunca nos deja de sorprender y deleitar mientras crece incesantemente en su afán de satisfacer los gustos literarios más exquisitos.

Lejos del Sur es una gota más en ese mar de símiles y metáforas que adornan estanterías y corazones en un mundo lleno de pavor. Más que un esfuerzo por punir el pasado es un canto a la esperanza en el que Patricio Villarroel Robles, nos imbuye en su rica vida con ese don casi mágico con el que dibuja en los versos, que le hace sobresalir ante los demás y que le convierte sin duda en uno de mis poetas favoritos. Ha pasado más de veinticinco años lejos de su tierra, al sur del mundo y el poeta hace un alto en el camino para pasar revista a su vida y decide, por fin, compartirla con la humanidad en forma de libro.

“Un viaje de mil millas empieza con un paso” fue la observación de Lao-Tsé, uno de los filósofos más relevantes de la civilización china, y qué razón tenía. Ese primer paso, casi siempre obligado donde el hombre se aleja de su tierra para entregarse a lo desconocido, puede un día llegar a resultar agridulce. Así lo expresa Patricio Villarroel Robles de forma magistral en este libro, en el que a la vez nos deleita con una colección de hermosas instantáneas que conjugan los versos con recuerdos importantes de su vida.

El poeta piensa que, en los países fríos del exilio, sólo quedan los recuerdos para abrigarse y que el amor es más difícil “cuando se nos empieza a terminar el tiempo, pisando una tierra ajena”.

Lejos del Sur es un libro hermoso, con una sensibilidad extraordinaria y con un mensaje subyacente inequívoco: “Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír porque la vida es la constante sorpresa de saber que existimos”.